Como hilo de lámpara

 

No he  sido siempre pequeña, alguna vez formé parte  del potente brillo de Dios. Me separé  cual hilo de lámpara para  llegar hasta  donde estoy. Entré  en  huesos y  carne, y algún día volveré al lugar donde me formé, regresaré   a  ser  parte de  la  iluminación... pero mientras  eso  sucede, aquí me  quedo... atenta y afanada en lo que las leyes de este tierra esperan de mi.

Toda buena configuración contiene postulados que mantienen el orden, normas que pulen el acto humano, para que no sean profanados por polillas carentes de resplandor, aquellos que dan tumbos y zozobran debido a la oscuridad en su viaje interior.

Caminos anchos y contrarios a la fluidez me ha tocado recorrer, pero no se ha soltado mi mano de aquel al cual pertenecen  todas las almas.

Grande ha sido mi espíritu, al sobrevivir a la larga tortura de la pequeñez,

Muchas veces mi cause ha ido a tientas y también muchas veces he tenido visión de águila, pero mi brújula no dejado de marcar en dirección a la divinidad.

Sopla constantemente mi voluntad en favor del final de mis días, suspira hacia aquella certera escena...en que llegado el momento...no quisiera llorar, pues espero; no tener nada que  lamentar.

Sé que somos muchos los que hemos enfilado camino  hacia allá, otros tienen trayectos y terminales distintos y me alegra haberlos conocido pues para bien o para dificultad, me ayudaron a no perder  dirección. 

Rebelde y orgullosa, también quise desconocer las leyes de este planeta, pero a nada bueno me llevó...su razón de ser; tiene motivos que solo la admiración te hace respetar.

Hoy he tenido una mañana de reflexión, el día ha estado nublado, pero mi conciencia no. 

¡Todo es lo mismo, todo es del mismo Dueño!

¡Todo regresa a sus manos!

Uso los talentos que me dio  para elegir… aún cuando el tiempo me turba.…

Una vez más en una era de cambios…

Mi espíritu conoce el secreto de todo, pero mi alma tiene que descubrirlo.

La mente no ayuda ¡es una infante! Y mi astral…mi astral es menos que eso.

¿Acaso a Él, el tiempo le faltará?

¿Acaso dejará de ser el Omnipresente, porque nosotros durmamos en nuestra confusión?.

No…El no dejará de ser lo que Es, ni dejará de habitar todo lo que es El.

Necesario es que abrace mis pasiones, que sepa cuánto muerden mis perros, pues cargo un sol brillante  y una luna profunda.

Quiero cruzar por éste umbral sólo sabiendo que El está, que ni siquiera la muerte  es el final ¡lanzándome al gigante de mi naturaleza!

¡Oh Dios a tu imagen y semejanza nos creaste!

Mirna Rudolph

Lago Ranco

Chile