Un horizonte lejos de ser conquistado.
Sentir que el cielo se está cubriendo de confusión por nuestra forma de juzgar y evaluar acontecimientos referentes al destino propio o de la humanidad, me lleva a no querer oír nada que tenga que ver con destinos elíseos o apocalípticos.
Ciertamente lo que busco es centrarme en mi, aunque se sientan los demás y me traten de engreída; pues hoy en día aparentemente somos responsables de la mayoría de los dolores ajenos, y cómo puede ser eso cierto; si el libre albedrío lo tenemos todos y la responsabilidad de nuestra vida obedece a cada uno.
Gran desconcierto alcanzan las almas al no poder siquiera cargar con sus propias vidas, llenas de culpas, insatisfacción e inseguridad, como para tratar de tirar trineos ajenos.
Ya antes había escrito sobre mi opinión del bla-bla diario, que adormece nuestras conciencias y sí, hoy estoy tomando la decisión de no ser responsable de todo el dolor ajeno, ni de las injusticias que a diario nos conmueven y es simple, lo hago porque no hay consciencia que aguante sin enfermar emociones y cuerpo físico.
No me está importando ser egoísta, no me está importando ver cómo algunos se dejan llevar a diario por el desánimo...estoy haciendo un gran esfuerzo para no volverme un ser negativo, para no ser hipócrita...mi decisión la tengo clara, no tengo que comer todo el día conflictos para saber lo que tengo que hacer y, aunque el horizonte esté lejos de ser conquistado, hoy lo que tengo para alcanzarlo es mi opción de vivir conscientemente el día a día.
A los que les toque impartir justicia que lo hagan. A los que les toque construir que lo hagan. A los que les toque defender, ¡que defiendan pues! y así sucesivamente cada uno en lo suyo dando lo mejor de sí. ¡No nos presenten problemas!. Presenten soluciones que ayuden a una sociedad a evolucionar, a ser mejores seres humanos en todo ámbito y con dignidad, pues no se necesita provocar ni humillar para hacer sentir que existimos y necesitamos ser valorados.
Impactar de forma positiva en la vida del otro, solo se puede lograr cuando somos conscientes hasta dónde llega nuestra libertad y comienza la del prójimo.
¡Cuánto estoy ansiando hoy
las letras justas
el verso cómodo y la textura suave!
¡Oh cuanto quiero hoy!
que el día respire profundo y entregado
que me ayude a pasar estas horas
en que el horizonte
está lejos de ser conquistado.
Mirna Rudolph
Lago Ranco
Chile
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