Reflexionando
Por la vereda de enfrente
...vió pasar su vida.
Quiso vivirla de nuevo,
quiso alcanzarla,
pero la vida no se quedó,
tenía mucha prisa.
Al fin...que ninguna se habló,
y la esperanza del futuro
se mezcló con la nostalgia
de aquellos kilómetros de vida pasada;
que se perdían sin saludarla.
Mi pensamiento lucha con la velocidad del tiempo. Mi corazón se desliza entre el festejo y la decepción, pues la observación tranquila de lo que ha sido mi vida me deja en paz y agradecida, pero la ansiedad de no saber cuál era el plan para mi proceso personal, aquel que valerosamente he tratado de recorrer, me deja inconforme creyendo que lo que quiero lograr tiene senderos rebuscados y lejanos que no alcanzaré a caminar por quizás equivocarme en alguna decisión.
Tal vez no esté tan alejada , quizás sólo es cuestión de fluir...¿Será que me empeño en hacerlo tan bien como las personas que admiro por un trabajo impecable y exitoso?. Aquellos me hacen pensar que se puede, que la plenitud efímera que corona un logro largamente ansiado, puede llenar el alma de joyas y aromas exquisitos, a la vez que se desvanece como una exhalación rutinaria.
En alguna parte quedarán impresos aquellos logros, independientemente de si son una aspiración de superación personal, o material...
Cada cual con sus deseos y sueños, pues la diversidad de anhelos es tan distinta en cada uno, aunque las historias se repitan dependiendo del kilómetro de vida en que nos encontremos, solo para terminar reconociendo, lo similares y predecibles que somos actuando en conjunto.
Mirna Rudolph
Lago Ranco
Chile.
Realmente escribes muy hermoso, haces vivir lo que escribes.
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