La señora Fresia
Un día cualquiera...en mi peluquería se oyó el sonido envolvente de una agradable reunión.
_ ¡¿Cómo está señora Fresia?!_ Saludé en la entrada.
_ ¡Muy bien hijita!_ Me decía entusiasmada la clienta mientras se despojaba de su abrigo un tanto grueso para la época primaveral, pero muy necesario para su delicado cuerpo. Y continuó diciendo:
_¡Bueno, todo lo bien que se puede estar a los 102 años! Tú comprenderás que a estas alturas hay que ponerle mucho empeño a la vida.
_ ¡Claro señora Fresia! ¡En eso estoy también!_ Yo le aseguraba que mi ánimo iba en ascenso, aunque la verdad; muchas veces estuve en franca merma frente a tan divertida dama.
Me preguntó aquel día a viva voz , sin la menor preocupación del auditorio en espera:
_Y...¡¿Te divorciaste?!_
Le respondí un tanto confundida, pero también risueña por lo incómodo del momento: _No señora Fresia...¿Por qué me pregunta eso?_
_!Para casarme con tu marido pues! ¡Ves que es tan inteligente y guapo, que lo quiero para mí!_
_!Jajajajajaja!_
Una vez más, ella había conseguido sacarme de mi rutina para conectarme con la dicha de la gracia humana. Aún hoy; gusta de asediarme con preguntas que exigen una pronta respuesta, pues su mente completamente al día, conserva el desplante de una mujer exquisitamente cultivada a lo largo de los años.
Las personas que tienen éste trato liviano con la vida, también sufren porque cargan culpas y aciertos, pero tienen la virtud de sobreponerse tan rápidamente a los dolores que llego a pensar que me debe faltar algún talento por descubrir en mi.
_¡Ah! ¡ No te vayas a olvidar de mi "síganme chicos"!_ Continuó diciendo aquella bella mañana, pues siempre me instaba y me insta, a dejarle unos pocos cabellos en el contorno de su frente, simulando un delicado flequillo, al cual ella denomina muy coqueta "el síganme chicos"
Habitualmente agradece mi trabajo con el condimento justo, y eso me gusta; pues siempre va acompañado de unos tiernos dulces que saca del bolsillo de su abrigo.
Han pasado dos años desde aquella divertida mañana, hoy mi clienta ya tiene 104 años, la veo poco y cuando la abrazo, pienso que mi entusiasmo puede fracturar su contextura...Sin duda, son muchas las personas que han pasado por mi salón dejándome una enseñanza que me agrada recordar. Ojalá yo también haya obsequiado a los demás, momentos dignos de repasar.
Mirna Rudolph
Lago Ranco
Chile
Me encanto, recordé a la Sra Fresia tal cual .. saludos
ResponderEliminarMuchísimas gracias por darse el tiempo de dejar un comentario. Un abrazo. Me gustaría saber su nombre.
EliminarHermoso Mirna, cada palabra me hace ver a la señora Fresia tan especial como siempre ha sido desde que la conozco, al igual que tú lamento profundamente no poder ir a visitarla, escuchar todo lo que tiene para contar y por supuesto recibir de ella un gran aliento de ánimo a disfrutar de la vida a pesar de los momentos que te quiebran el alma, pero no la destruyen y claro recibir un rico de dulce que siempre tiene tan a mano. Espero poder darle un gran abrazo pronto.
ResponderEliminarMuchas gracias por su agradable comentario. Aprecio su presencia en mi blog y me gustaría conocer su nombre. Un abrazo.
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