Muchos críos traviesos



  


Los hijos; regalos de la vida dicen, también bromeamos diciendo que son nuestras "bendiciones", o las razones para luchar y salir adelante. La verdad es que cuando los observamos de cerca o de lejos, los mejores sentimientos nos inundan. Estamos dispuestos a proezas inimaginables por ellos y al mismo tiempo por lo mismo...vamos perdiendo momentos importantes, porque estamos  pendientes de que no les falte nada y mantenerlos seguros como decimos nosotros...Quizás nos equivocamos, quizás los protegemos demasiado y en cuanto nos comenzamos a cuestionar nuestro proceder; aparecen los consejos de como deberíamos criarlos y entregarlos al mundo, pero eso no funciona igual en todas las familias porque todas manejan códigos distintos y esa es una de las maravillas de la creación, la diversidad...diversidad individual y colectiva.

  Nuestros esfuerzos si se hacen con amor  desinteresado, darán un fruto maduro pasados ya muchos años terrestres, puesto que la mayoría de edad hoy en día está entregando individuos bastante imberbes debido precisamente al ambiente social que hoy en día estamos cultivando y del cual tratamos de protegerlos.

  "No quiero que mi hijo viva lo que yo viví", "no quiero que pase apreturas", "no quiero que sufra cuando yo no esté para ayudarlo"...y así la lista de protecciones es muy larga, evitando el desarrollo de un individuo resiliente que no tenga problemas con la resolución de conflictos a futuro...Atrás quedaron los talleres para padres, que intentaban ayudarnos en la prevención de drogas, alcoholismo, o embarazo adolescente.

  Finalmente ellos serán lo que elijan y no lo que queramos para asegurarles su futuro...puede que las expectativas se rompan y uno vea caer todo el castillo de buenas intenciones...Nuestros esquemas tomaran formas nuevas y la evolución  secreta de la vida nos pedirá fluir, así deben haberlo comprendido nuestros padres. 


Muchos críos traviesos

frondosas camas por hacer

mientras tú con un ovillo

insinúas hilar con cobre.

Pretendo amansar mis letras

dejar lamer mi mano

brincar con los niños

obviar las camas por hacer

verte por fin tejer con cobre

saber...qué nos podemos ofrendar.  

Mirna Rudolph

Lago Ranco 

Chile


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué soy del partido de la gente?

Leyendas de Lago Ranco, Chile. (II)