En cuarentena


 Las cosas han estado complicadas con el virus 19. Cada día intento ser más fuerte... Han cortado los árboles en mi casa y eso no ayuda en mi ánimo.

  Crecí en el campo, por lo tanto no había fronteras para mi; salvo el lugar donde pastaba el toro, sólo él podía marcar un límite a mis carreras. 

  Ahora estoy nostálgica ante el encierro...intento llorar para aliviarme, pero no fluye mi llanto...la rutina es muy fuerte. 

  Dicen que no  volveremos a la antigua  normalidad,  y la tristeza quiere forzarme a perder la fe. Por la noche mis sueños son alentadores, como si una energía desconocida viniese a regalarme gratas expectativas, así logro conocer un nuevo día...me repito constantemente que sólo el presente importa y que los recuerdos antes del 2019 serán un preciado álbum de memorias.

  Frecuentemente tiendo a querer que los demás no estén tristes, imagino lo que debe ser la cuarentena en sus diversas vidas y me conmociono con su angustia...Será porque se parece a la mía?...


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