Amor a distancia
Aún con la cercana llegada del otoño, la esperanza seguiría intacta en Marcela. No es que sus sentimientos fueran prematuros, algo había en la mirada de él, que la hacían pensar que había una esperanza. En fin; una esperanza era una esperanza y ella no la perdería, podría trabajar mucho o cantarle a las montañas en los momentos más angustiantes. Aquello de vivir en la precordillera no era cosa fácil para disfrutar de un amor a distancia. Esteban pertenecía a los turistas que se renovaban cada quincena en Lago Ranco, por lo que su llegada...anticipó el día y la hora de la partida del huésped...casi con ironía. Pronto la afinidad mutua, el paisaje y los aromas, fueron los cómplices del romance y a pesar de saber que el suceso tendría la neblina de una pronta despedida, todo fue vivido y experimentado como si estuvieran fuera de la realidad, para finalmente despedirse el último día de febrero del año 2014. Las tres estaciones posteriores a la madurez del sol de aqu...